viernes, 18 de mayo de 2018

Platero Utopic Food

Ya está. Ya la he encontrado.Ya sé que hay una hamburguesa de pollo más buena que la de Mediterránea de hamburguesas. Y eso que lo sabía. Sabía que cuando chafara Platero Utopic Food me iba a quedar con ellos. Por que ya salí encantada de Macel·lum y Come & Calla, los otros restaurantes de Alejandro Platero.

Por unas cosas u otras, nos ha costado ir, pero al final el sábado reservamos mesa y acudimos. Llegamos 10 minutos más tarde y aún tuvimos que esperar otros 10 minutos a tener la mesa lista. Y es que el restaurante solo tiene 4 o 5 mesas (la mayoría, altas). El propio Alejandro Platero nos ofreció unas cervezas para amenizar la espera. 

Pronto nos sentamos y pudimos ver la carta. De entrantes, uno lo teníamos claro: nachos. Ya nos habían hablado de ellos... 


Con crema de queso, queso fundido, jalapeños, pico de gallo, guacamole y pulled pork. Espectaculares.

Después pedimos buñuelos de bacalao gratinado y crujientes de queso gouda con mermelada de jalapeño.



Los buñuelos tenían un sabor cítrico diferente. Los crujientes de queso no los probé, pero me dijeron que estaban buenos, pero nada del otro mundo.

En cuanto a los principales, yo me pedí una hamburguesa Pollito-Pío. Muslo de pollo de corral a la brasa (también podía ser hamburguesa de pollo crujiente), salsa tártara y lechuga (la original llevaba también cebolla fresca).


Muy muy buena. El pollo estaba muy tierno. Y la salsa, perfecta. El único pero: las patatas (tipo Deluxe) estaban excesivamente saladas.

Esta es la Utopic, una hamburguea de buey de 200 g, doble queso chédar, bacon ahumado artesano, cebolla pochada, cebolla crujiente y salsa Utopic:


Un poco "gorrina", pero muy buena de sabor. Tanto por la mezcla de ingredientes como por la carne de buey.

La costilla de ternera (cocinada a fuego lento, con paciencia para que quede muy tierno), estaba tal cual dictaba la carta: tierna y sabrosa, aunque con bastante grasa.



El Smoke Brisket era pecho de ternera curado en salmuera 3 días, especiado y ahumado con madera de manzano y haya en carbón de encina. La carne estaba más seca que la costilla. Aun así, la combinación con el pico de gallo era muy buena.


Estos dos platos también iban acompañados de una bandeja de patatas tipo Deluxe.


De postre escogimos la tarta de queso con dulce de leche y el coulant de chocolate con crema de leche y frutos rojos especiados.


La tarta de queso sabía mucho a queso. Estaba recién hecha y se notaba. Para los amantes de esta tarta, era de 10. Para mí, demasiado fuerte de sabor.


El coulant estaba buenísimo. Sobre todo, mojado en la crema de leche. Me encantó.

En definitiva, salí con muy buen sabor de boca. Y me quedé con ganas de probar otros platos. Así que... ¡volveremos!


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